México.- Seis décadas después de que el cosmonauta Yuri Gagarin realizara el primer vuelo orbital a la Tierra, los viajes espaciales ofrecen soluciones a los grandes problemas que enfrenta nuestro planeta como la generación de alimentos o el desarrollo de tecnologías en beneficio de la humanidad, coincidieron en señalar expertos de la UNAM.
En la víspera del 12 de abril en que se conmemora el Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados, declarado por la ONU con el propósito de celebrar los avances para el ser humano que ha generado esta industria, José Francisco Valdés Galicia, coordinador del Programa Espacial Universitario de la UNAM (PEU), y Carlos Salicrup Díaz de León, médico egresado de la Facultad de Medicina y piloto aviador, advirtieron:
Sin la carrera espacial no se tendrían comunicaciones satelitales, hornos de microondas, comida deshidratada, pañales superabsorbentes o medicinas de alta generación e inclusive máquinas de alta precisión, por ejemplo.
Salicrup Díaz de León, quien ha participado en misiones análogas a Marte, precisó que cada vez que se soluciona una dificultad para las misiones espaciales tripuladas y las no tripuladas, también se suelen resolver problemas en la Tierra.
“Tan solo piensen en medicamentos, su caducidad, la protección contra la radiación, de dónde se sacará el alimento, por ejemplo pescado blanco que da una buena nutrición con omegas y antioxidantes, junto con vegetales verdes para evitar mutaciones por la exposición a radiación. No es solo subir a un cohete, sino hacerlo porque en la Tierra haces un bien y beneficias la vida humana”, comentó el médico aeroespacial.
Conquistar barreras y fronteras siempre trae beneficios para el ser humano: “aquellas civilizaciones que no conquistan o no extienden fronteras, que no investigan o no expanden han desaparecido”, puntualizó Salicrup Díaz de León.
Consideró que los desafíos principales que se enfrentan en materia de viajes espaciales son el establecimiento de una colonia humana en la Luna y, posteriormente, el vuelo a Marte, para lo cual aún se trabaja en cómo proteger a los astronautas contra la radiación, la generación de oxígeno, mejores alimentos, además del aspecto psicológico toda vez que en el espacio la gente está realmente aislada y confinada, por lo que la mente cambia y esto representa todo un reto.
En tanto, Valdés Galicia recordó que al desarrollo de los vuelos espaciales en sus orígenes se le conoció como la “carrera espacial” debido a que Estados Unidos y Rusia competían, cada una por su lado, en fabricar naves que llevaran al ser humano a la órbita terrestre.
La humanidad siempre se ha propuesto llegar más lejos y conocer más; lo que encontremos nos servirá posiblemente para otras cosas. No sabemos lo que vamos a encontrar al buscar posibilidades de que el ser humano pueda vivir en otros lados, comentó el también investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Ahora hay un ambiente más colaborativo, donde además del trabajo de los gobiernos, también participan consorcios privados que laboran de forma conjunta en un esfuerzo mayor para los viajes espaciales y la observación de la Tierra, el clima, las consecuencias de los sismos o cómo se desarrolla la vida, por ejemplo, reflexionó el experto en Ciencias Espaciales.
BTM