Estatizar el litio, como lo propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso, puede implicar un elevado costo de oportunidad para las empresas del sector privado que pudieran invertir, presionado a su vez a las finanzas públicas, afirmó Banco Base.
En un análisis, señaló que, debido a que la explotación del metal se reservará al gobierno, de no invertirse lo suficiente, el desarrollo del mercado de litio podría ser limitado, ya que México no tiene capacidad de fabricación de células o componentes ni de reciclaje.
Para poner en marcha la estatización de un recurso natural, habría que contemplar recursos del sector público en el presupuesto de la federación, principalmente para infraestructura, lo que actualmente no se tiene contemplado.
A nivel mundial se estima que las principales reservas de litio se encuentran en: Bolivia (21 millones de tonelada), Argentina (19.3), Chile (9.6), Estados Unidos (6.8), Australia, (6.4), China (5.1), Canadá (2.9), Alemania (2.7) y México (1.7 millones de toneladas), resaltó Banco Base.
El litio para la industria se alea con diferentes tipos de metales para diferentes funciones, entre ellas la producción de baterías, además de que se alea con aluminio y se utiliza en aviones, trenes de alta velocidad y cuadros de bicicleta, mientras que el magnesio-litio se utiliza para el blindaje, el óxido de litio en vidrios especiales y el cloruro de litio en sistemas de aire acondicionado y secado industrial.
De acuerdo con Bloomberg, México está actualmente en el lugar número 22 en la cadena de suministros de baterías de iones de litio. Si bien, México tiene una amplia cantidad de materias primas y acceso directo al mercado estadounidense, la poca infraestructura y la escasa emisión de la red eléctrica, son un problema para el mercado mexicano en la industria del litio.